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miércoles, 18 de mayo de 2011

Roles de genero


Los estereotipos acerca de los atributos personales y sociales comienzan a aparecer sobre los dos años de edad. Aunque a esta edad algunos niños asignan rasgos emocionales diferentes suele ser sobre los cinco años cuando se categorizan por género rasgos particulares como emociones ( miedoso, valiente.. etc.) o rasgos relativos al comportamiento y características físicas (fuerte, débil, etc.) 


Hay bastantes pruebas de que los niños aprenden antes y recuerdan más claramente los rasgos, atributos personales y estereotipos del propio sexo que los del sexo opuesto. Así mismo, algunos estudios tranculturales han mostrado que se produce un efecto que prodriamos denominar de "bondad hacia el propio género" en el sentido de que los primeros estereotipos acerca de atributos personales que se aprenden parecen ser los que resultan favorables al propio sexo, apareciendo antes los relacionados con aspectos físicos y más tardíamente los relacionados con aspectos psicológicos. 


Por lo que se refiere a las capacidades atribuidas diferencial mente a los dos géneros, diversos estudios transculturales ( eccles, Jacobs, y Harold, 1990; Stein 1971, entre otros), han mostrado que a lo largo de la edad escolar se asientan las creencias acerca de que existen materias para las que poseen más habilidades los chicos (matemáticas o el deporte) o las chicas (lecto- escritura, lenguaje o historia). También se establecen diferencias en cuanto a las capacidades para desarrollar o tareas profesionales. Las actividades que requieren fuerza o amplios conocimientos técnicos son asociados con varones mientras que aquellas que necesitan de capacidades de relación suelen ser categorizadas como propias de las mujeres. 


Todos estos conocimientos sobre estereotipos de género van asentándose a lo largo de la infancia y hacia la pre-adolescencia este conocimiento es prácticamente como el del adulto. No obstante, la capacidad detoma de conciencia y la interpretación de los estereotipos es diferente a lo largo de la infancia y la adolescencia, lo que supone también la posibilidad de modificación de los estereotipos. 


A lo largo de la infancia y hasta la adolescencia se produce, como hemos visto, un incremento del conocimiento y asunción de los estereotipos de género. Sin embargo, ¿Su valoración y aecptación son idénticas a lo largo del desarrollo? Esta pregunta resulta esencial ya que sólo mediante una toma de conciencia de que la asignación de diferencias responde a estereotipos y no necesariamente a la realidad, los individuos tienen posibilidad de cambiar sus creencias, comprensión de la realidad y comportamientos asociados. 
Entre los cuatro y siete años, los niños interpretan los estereotipos como información de la realidad tal y como es. No pponen en tela de juicio la verdad de dichos esetereotipos y siguen las conductas y comportamientos estereotipados como si se tratara de reglas que no se pueden transgredir. Sin embargo, hacia los siete años se produce un cambio cualitativo en la forma de entender los estereotipos y la necesidad de un comportamiento ajustado. A esta edad, los niños comienzan a relativizar dichos estereotipos y a entenderlos como convenciones sociales o reglas arbitrarias, por tanto, su trasgresión no comporta elementos morales. Esta flexibliddad alcanza su punto álgido en la adolescencia. Esta tendencia se encuentra claramente, por ejemplo, en los estereotipos relativos a las actividades y capacidades de desarrollo de distintas profesiones, los atributos personales y sociales. 


Sin embargo durante la adolescencia se produce un fenómeno curioso, ya que la flexibilidad puede estabilizarse o incluso mostrar un ligero decrecimiento. Algunos autores explican este fenómeno atendiendo a dos aspectos: por una parte, los adolescentes tienen una mayor capacidad cognitiva de pensamiento formal que les premite objetivar y relativizar la realidad pero, por otra, están mucho más expuestos a la valoración del grupo. Esta presión es un elemento de especial importancia para los adolescentes, sobre todo en lo que se refiere a la adquisición de su propia identidad . Por ello, los adolescentes se ven sometidos a una gran presión para conformarse a los estereotipos de género, que a su vez van a formar parte indiscutible de su vida adulta. 


Conclusión 
Un desarrollo armonioso entre adquisición de conocimientos y comportamientos asociados a cada uno de los sexos posibilita la construcción de un individuo con un auto-concepto y autoestima equilibrado. El niño y la niña van aprendiendo y definiendo lo mensajes que reciben durante su infancia y adolescencia para formar su identidad de género. Teniendo en cuenta las recomendaciones por parte de padres y profesores de eliminar los mensajes y diferenciales de género, a través de conductas alternativas u opuestas a los estereotipos y roles de género, como hacer comprender a los niños con su razonamiento. 
EDUCACIÓN SIN DISNTINCIONES SOBRE LOS ROLES DE GÉNERO,  por supuesto conlleva mucha dificultad pero esto lleva a la formación de sujetos liberados de las restricciones que imponen los estereotipos y los roles tradicionales.