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domingo, 3 de junio de 2012

El efecto fliynn

Existe además un dato que parece contradecir el argumento de la tecnoestupidez. James Flynn, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, realizó un sorprendente descubrimiento a mediados de 1980: después de comparar los test de comparar los tests de inteligencia de distintos países a lo largo de diferentes épocas, llegó a la conclusión de que esta es una caracteristica que crece de forma imparable de generación en generación desde hace décadas.
El efecto Flynn necesitaba de una causa que encajara como la pieza de un puzle, y la tecnología se situó entre los posibles candidatos. Según esa hipótesis, los avances técnicos no solo no nos vuelven estúpidos, sino que contribuyen a aumentar nuestro desarrollo intelectual. En su libro Todo lo malo es bueno para ti, Steven Hohnson sugiere que el consumo de videojuegos o la exposición a la televisión han proporcionado los estímulos responsables del incremento generalizado de la inteligencia.