Antiguamente era fácil la forma de inculcarlo, levantarse muy temprano, no hacer malgasto de tiempo en actividades de ocio, y trabajar como mulas, este tipo de disciplina tiene evidentes defectos, es muy estricta; rígida y centrada en el mayor ahorro y en la monotonía de la vida. En contraposición a esta disciplina surge la indisciplina que aparte de la rutinizada vida laboral de ocho horas de trabajo equilibra la vida del ser humano.
Levantarse a la misma hora, dedicarle un tiempo a leer, escribir, escuchar música, caminar, no comer demasiado, no beber demasiado, son normas evidentes.
Es una forma de costumbre diaria, que sin darnos cuenta cuando nos falta este tipo de conducta puede llegar a hacernos sentir extraños. Un concepto erróneo de la disciplina es que resulta perjudicial, pero por el contrario hace siglos, desde la más remota antigüedad procedente del Oriente lo que es salud para el cuerpo lo es también para el alma. Es difícil conseguir, pero a la larga se manifiesta en una calidad de vida superior.
El comienzo de practicar la disciplina es complicado y duro, cuesta tiempo acostumbrarse pero se consigue con el tiempo. El mundo militar y la vida de los militares está organizada con mucha disciplina.
