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martes, 12 de julio de 2011

Primero lo básico, para llegar a lo complejo

El tercer factor es la paciencia. 
Para dominar un arte la paciencia es primordial, nada que es rápido y que da resultados inmediatos es arte. 
Es difícil, claro que si, of course, practicar "paciencia, disciplina, y concentración", Todo nuestro mundo industrial se basa en resultados rápidos, máquinas, coches, aviones, tienen que ser lo más rápidos y cuanto más mucho mejor, la máquina más rápida es la mejor, la más moderna supera a la antigua, según la lógica lo que es bueno para máquinas es bueno para el hombre, pues no, el hombre actual piensa que pierde el tiempo y corre, corre como un loco, y después no sabe que hacer con el tiempo que ha ahorrado sino malgastarlo. 


Otro factor es la preocupación máxima por el dominio de ese arte. Si el alumno no considera el arte de la mayor importancia, con el valor que se merece, nunca lo dominará. 
Puede ser bueno, muy bueno pero nunca será un gran maestro. Para comparar proporcionalmente con otras artes, la proporción de aficionados en el arte de amar es infinitamente mayor que en otras artes. 


Y como conclusión otro punto importante es que todo lo que aprendemos, empieza por lo más básico. 
Ejemplo aprendemos a dar pasos, poco a poco a andar, y por último a correr, en cuestión de un cocinero empieza por aprender los condimentos, los ingredientes, el modo de cocinar cada receta, una modista empieza cogiendo la aguja, cosiendo un botón, un bajo, lo más sencillo para llegar a hacer un traje. Todo es igual de lo básico a lo complejo. 


Tu y tu identidad llegan a ser parte de ese arte. Eres arte.
Con esto y terminando.... disciplina, concentración y paciencia son los tres componentes esenciales en el maestro.