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viernes, 1 de julio de 2011

Detenida por vender ordenadores para espiarnos, estamos igual que ratones de laboratorio

La antropóloga Teresa Garrido Candela necesitó realizar entre septiembre de 2007 y enero de 2009 diversos cursos de informática que le permitiesen averiguar cómo controlar las cámaras web incorporadas en los ordenadores. Tras saberlo, entró a trabajar en la línea de producción de Hp con el fin de profundizar en el conocimiento del ser humano: espiar a los compradores en la inmunidad de sus casas. 
Las autoridades estiman que la antropóloga llego a configurar más de 20.000 ordenadores de mesa. La portavoz de la empresa, Helen Peterson, asegura que la cifra es inferior a 15.000  Teresa Garrido desde su perspectiva, opina que ese dato es irrelevante. 
"Cuando un sujeto no reunía los requisitos adecuados para la investigación, anulada el acceso a su cámara. Una vez definidas las 100 personas a observar, renuncié a HP para dedicarme exclusivamente a mi tesis doctoral en sí: El animal que despierta al entrar en la cueva". 
El ordenador espía siempre estaba alerta. Si el usuario daba la orden de apagar, lo hacía en apariencia. Únicamente se desconectaba al desenchufarlo. Además la cámara no grababa constantemente. Contaba con un potente sensor de movimiento que la activaba. De esa manera, le era más fácil a la antropóloga revisar el material que le llegaba vía internet. 
El personal de HP nunca sospechó nada. Los que estaban siendo observados, tampoco. 
Quien notificó a la policía fue la propia antropóloga después de presentar su tesis, ayer por la mañana. Los que asistieron a la presentación fueron testigos de la existencia del material que avalaba la validez de las conclusiones. Antes de presentarse a la policía, Teresa Garrido borró todos los vídeos para preservar en el anonimato la identidad de sus fuertes involuntarias.